El Camino del Barroco en la Italia “española” y en España

La Italia española y España han sido verdaderos motores de la cultura barroca en Europa y en el mundo. Conocer y amar el testimonio del barroco es un paso fundamental hacia la protección y valorización de esta parte importante del legado cultural europeo.

El grupo de investigadores de la Università degli Studi di Teramo que participa en el proyecto Enbach (European Network for the Baroque Cultural Heritage) tiene come objetivo proponer al más amplio público de la web itinerarios de turismo cultural que contribuyan a la difusión del conocimiento de la Edad Barroca en sus múltiples aspectos.

Las áreas geográficas cubiertas son:

• los territorios que formaron la llamada Italiana “española”, el Estado de Milán, el Reino de Nápoles, el Reino de Sicilia y el Reino de Cerdeña que fueron gobernadas durante todo el siglo XVII por los monarcas de la casa de Habsburgo de España. Estos territorios coinciden hoy, en líneas generales, con las actuales regiones de Lombardía, Abruzo, Molise, Basilicata, Pulla, Campania, Calabria, Sicilia y Cerdeña.
• España, a su vez compuesta, en el siglo XVII, por el Reino de Castilla y el Reino de Aragón.

Estas áreas tenían fuertes vínculos no sólo políticos, sino también culturales, religiosos, económicos y sociales en el contexto de la Monarquía española, formando el conjunto de los dominios gobernados por los Habsburgo de España de 1555 a 1700.
Si bien mantenían leyes y costumbres diferentes y sin conocer ningún tipo de unificación política, jurídica o administrativa, los reinos italianos y españoles de los Habsburgo tenían – además de la dinastía gobernante – algunos elementos importantes en común: una densa red de relaciones económicas y financieras, así como una intensa circulación de ideas y personas.

Sobre esto se centra el interés de los estudiosos de la Università degli Studi di Teramo, a fin de proporcionar herramientas para conocer y apreciar un universo transnacional de la intensa vida artística y cultural, que tantas huellas de sí mismo ha dejado ante nuestros ojos.