Ignacio de Loyola y su legado en el Hospital de Antezana
Atraído por la idea de una educación renovada que ofrecía la Universidad cisneriana, Ignacio de Loyola (foto) se trasladó a Alcalá de Henares donde estudió para ser sacerdote durante el curso de 1526-1527. Fueron pocos años de estancia en esta ciudad castellana pero dejaron huella en su espiritualidad que, años más tarde, quiso transmitir a la Compañía de Jesús. En Alcalá Ignacio conoció a algunos de los cofundadores de la Compañía, estos eran los padres Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla y Jerónimo Nadal. Todos ellos comenzaron a distinguirse por pedir limosnas por las calles, caminar descalzos y vestir un sayal, por lo que eran conocidos en Alcalá como los “ensayalados”. La vida de pobreza que distinguió a estos primeros jesuitas les llevó a vivir en hospitales donde socorrían a los más necesitados. Concretamente Ignacio se alojó en el Hospital de Antezana, donde además le daban comida, bebida y candela a cambio de dar servicio a los enfermos necesitados acogidos en el Hospital. Todavía hoy se puede visitar este Hospital que se fundó en 1483 por testamento de don Luis de Antezana, regidor de la villa de Guadalajara y de su esposa doña Isabel de Guzmán, perteneciente a la casa de Medina Sidonia. Este matrimonio se propuso trasladar el antiguo Hospital de San Julián, que se encontraba arruinado, a unas casas de su propiedad en la calle Mayor de Alcalá de Henares, donde, en la actualidad, sigue funcionando como hospital benéfico, siendo uno de los más antiguos de Europa que ofrece este servicio gratuito.
La fachada del Hospital es sobria, manteniendo la estructura similar a cuando fue habitada por Ignacio. El patio interior (foto) es prerrenacentista formado por dos órdenes de galería con zapatas y apoyos de madera conservados, y es aquí donde Ignacio predicó y comenzó a dar a los pobres sus Ejercicios Espirituales, que luego marcaron la historia de la espiritualidad española. Precisamente por predicar en el patio de este Hospital, Ignacio fue apresado por la Inquisición acusado de recibir demasiadas visitas de mujeres de la nobleza, lo que motivó que Ignacio viera conveniente alejarse de la ciudad del Henares. Continuando en la galería superior del Hospital de Antezana, todavía se conserva la cocina que usó Ignacio, mientras que la habitación donde dormía se convirtió en capilla barroca a petición de la Compañía de Jesús en 1658. Hoy dicha capilla se sitúa a los pies de la Iglesia del Hospital, frente a la puerta de entrada, y tras una reja del siglo XVII se puede ver un retablo con un cuadro de San Ignacio con el emblema de la Compañía en la mano derecha (IHS), y en la izquierda un libro grande sostenido por dos ángeles que dice Ad majorem gloriam Regulae Societatis Jesu. El Espíritu Santo, en la parte superior de la imagen, rodea a San Ignacio. Es un lienzo pintado por Diego González de la VegaEl licenciado Diego González (1622/1628 – 1697) nació en Madrid. Fue uno de los pintores del barroco español más distinguidos, discípulo del pintor Francisco de Rizi, quien que también realizó algunos de sus mejores cuadros para la Compañía. Destaca de su técnica la maestría del color en sus temas religiosos. En 1655 pintó también para el Colegio Imperial de los Jesuitas de Madrid un cuadro con los Mártires del Japón, situado en la capilla de San Francisco Javier. en 1669. De la Iglesia del Hospital también es preciso destacar la colección de pinturas barrocas, vinculadas a la Compañía, que alberga en su interior. La más imponente es un lienzo enorme pintado por Pedro de ValpuestaEra un pintor natural de Burgo de Osma (1614-1668), que acabó ordenándose sacerdote. Fue un pintor muy reconocido en la corte de Felipe IV. Al igual que Eugenio Cajés, Valpuesta alarga las extremidades de sus figuras, desarrollando posturas difíciles y artificiales. Se han conservado un número limitado de sus obras, entre las cuales, el lienzo de San Ignacio de Loyola, uno de los más representativos de su trabajo. en 1658 y que representa la vida de San Ignacio a través de varias escenas. En este cuadro, que ocupa todo el muro trasero de la Iglesia aparece San Ignacio a tamaño real que lleva de nuevo en su mano derecha una custodia con el emblema dela Compañía (IHS) y en la mano izquierda un libro con la inscripción ¿Cuántas partes tiene la doctrina cristiana?. En la parte superior izquierda del cuadro se muestra a Ignacio cuidando de los enfermos en una pequeña escena, mientras que debajo de ésta, aparece el Santo rezando ante la Virgen. En la parte superior derecha del cuadro se muestra a Ignacio espantando a los demonios y monstruos, mientras que debajo de ésta aparece el fundador y sus compañeros adoctrinas a los niños.
El vínculo del Hospital de Antezana con los jesuitas iba más allá de ser testigo de la vida de Ignacio y de guardar un importante legado artístico de la Compañía de época barroca, ya que, durante todo el siglo XVII, un buen número de jesuitas que estudiaban en el Colegio Máximo de la Compañía en Alcalá de Henares, fundado años más tarde, decidía abandonar la residencia del Colegio para ir a vivir en este Hospital siguiendo el ejemplo de pobreza de su fundador. Este fue el caso del P. Diego Luis de San VítoresNació en Burgos en 1627. En la Compañía de Jesús desarrolló su vocación misionera, encargándose de preparar la evangelización jesuita en las Islas Marianas. Para ello convenció a Felipe IV que patrocinara estas misiones, y sobre todo a la reina Mariana de Austria, a quien dedicó el nombre de estas Islas. Se le reconoce también haber fundado la primera Iglesia católica en la Isla de Guam, donde, junto a sus compañeros, murió martirizado por los nativos de la Isla en el año 1672., célebre misionero de la Compañía.