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El poder de los duques de Béjar en sus viviendas: su fortaleza y su palacio de recreo

Imagen 9La residencia habitual de los duques de Béjar era el  castillo o fortaleza de Béjar que aparece como parte del sistema defensivo de la Villa entre los siglos XII y XIII (imagen 1). Dicha fortaleza se situaba en un lado del municipio de Béjar, si bien era la parte más alta situada en un lugar estratégico desde donde poder controlar todo el territorio. En su forma es muy medieval pero tiene añadidos renacentistas y barrocos. Actualmente es un colegio, lo que ha alterado el carácter palaciego del edificio. Después de haber pertenecido a varios señores vinculados a la realeza, en 1396 pasó a formar parte de las posesiones del noble navarro Diego López de EstúñigaDiego López de Estúñiga (1350-1417) fue un noble navarro que se convirtió en uno de los miembros más destacados de la Casa de los Zúñiga. Gracias a su cercanía con los reyes de Castilla consiguió ser justicia mayor y alguacil mayor de este reino, y regente durante la minoría de edad de los monarcas Enrique III y Juan II. Se convirtió en señor de Béjar en el año 1396 cuando cambió esta villa por la villa de Frías con el favor de Enrique III. (1396-1417), fundador de la Casa de Béjar.

Imagen 10Poco a poco la fortaleza se fue adaptando a la estructura de un nuevo palacio por orden de los diferentes duques de Béjar, perdiendo parte de su sistema defensivo, creando paredes al estilo de los palacios italianos (imagen 2), y creando espacios exteriores dedicados a jardines y huertas. Las reformas renacentistas y barrocas se deben al duque Francisco de Zúñiga y Sotomayor (1523-1591), a quien se le atribuye la creación de El Bosque. Creó el patio porticado del interior, con fuente en hornacina que recuerda a los jardines italianos y abrió una logia de tres arcos en la fachada norte. La fachada sigue en línea recta y conectaba visualmente con la villa de recreo de los duques El Bosque, situado a varios kilómetros de distancia. Durante el barroco, los duques, seguidos por todo el cortejo ducal atravesarían esta larga calle en sus carros y con su guardia personal hasta llegar a El Bosque.

Imagen 11Una vez en la villa de recreo de El Bosque nos encontramos con una serie de edificios que mostraban el poder de los duques: el palacio en la terraza principal frente al estanco, que se trata de un edificio de dos pisos que recuerda a los palacios italianos y en cada ventana aparece el escudo de la familia. Junto al palacio, de una sola planta, se encontraban las caballerizas (imagen 3). Detrás del palacio, la capilla ducal, en donde destacaba la imagen barroca del Cristo de la Expiración del siglo XVII. Por último, separada del palacio, la casa del bosquero, donde vivían los encargados de cuidar de la residencia y jardín de El Bosque.

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