Regreso a la época barroca de Don Quijote: las fiestas de Madridejos (Castilla La Mancha)
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor” (Don Quijote de la Mancha, parte I, cap. I).
Las delirantes aventuras del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha sirven de telón de fondo para celebrar las fiestas locales de algunos pueblos de la Mancha tales como Madridejos, el Toboso o Alcázar de San Juan. Se trata de lugares que guardan algún vínculo con la novela quijotesca, bien por ser el lugar de nacimiento de alguno de los personajes como Dulcinea con el Toboso, bien porque el municipio conserva gigantes molinos restaurados, iguales a los que se enfrentaba don Quijote en la novela, como es el caso de Madridejos.
En Madridejos, las fiestas quijotescas, en su IX edición, han durado un total de tres días (28-30 junio 2013), durante los cuales se han realizado numerosas actividades como la representación de fragmentos de El Quijote u otras obras del teatro barroco español. Asimismo, a modo de mercado barroco, como se observa en el video, cada año, los vecinos de esta localidad representan las diferentes labores o gremios, con vestimenta y utensilios de época moderna (carpinteros, herreros, taberneros, ceramistas, etc.). De vez en cuando, recorren los puestos del mercado, personajes salidos del Quijote como Sancho Panza, DulcineaEs el personaje femenino del que se enamora Don Quijote de la Mancha en la célebre obra cervantina. Ella vive con sus padres Lorenzo Corchuelo y Aldonza Nogales en la villa del Toboso, localidad de la Mancha, y su descripción es la de una joven de gran belleza que labra los campos, pero en la imaginación del hidalgo don Quijote, enamorado de su figura, es una dama de ilustre linaje., molineros de la época, mercaderes, etc. Una de las actividades más representativas de la época de El Quijote era la práctica del “encaje de bolillos”, que es una técnica de tejido por la que se decora una tela entrecruzando hilos hasta dar forma a flores u otros ornamentos, ayudándose de unos contrapesos cilíndricos de madera que se denominan bolillos. Es una tarea lenta, laboriosa y complicada. Todavía hoy se discute el origen de esta práctica del mediterráneo antiguo, lo que sí se puede afirmar es que en los siglos XVI y XVII se popularizó en La Mancha, hasta que la llegada del siglo XVIII, con sus innovaciones textiles y su nueva maquinaria, restó protagonismo a esta labor de artesanía femenina. También los bailes son parte importante de estas fiestas, siendo la “jota castellano manchega” la protagonista indiscutible de la celebración. Su baile, compuesto de saltos pequeños coordinados en pareja, suele acompañar a una música compuesta por una letra que ridiculiza las historias de amor con gran sentido de humor, como se puede comprobar en el video.