Centros de poder y espiritualidad: los conventos femeninos en época barroca
El siguiente itinerario trata de dar a conocer un conjunto de conventos femeninos fundados en época barroca que tienen una peculiaridad: fueron fundados por mujeres del entorno cortesano, ya fueran reinas, princesas, nobles o damas. La mayoría de estos edificios de piedad se levantaron cerca de importantes espacios de poder como era los alrededores del Alcázar madrileño o la Chancillería RealFue el principal aparato judicial que tenía jurisdicción sobre Castilla. Creado en el siglo XIV como fruto de una reforma judicial del reino, duró hasta el siglo XIX, cuando fue suprimido. Su función principal era la de dar cabida y tratar de solucionar todos los pleitos del reino de Castilla, además de validar los documentos oficiales con el sello real, sin necesidad de que pasara por manos del rey. Perdió protagonismo en el siglo XVI cuando se creó la Chancillería de Granada. de Valladolid. Hoy son pequeñas joyas del barroco hispano, de gran valor artístico, que resultan fundamentales para comprender el día a día de una reina o de una dama española que profesó en estos conventos durante el siglo XVII. Estas mujeres se movían, la mayor parte del tiempo, en un plano espiritual; mientras un buen rey o un noble se dedicaban al gobierno y a cuestiones terrenales, la reina y sus damas debían mirar por las cuestiones divinas; mostrarse devotas, visitar los conventos, rezar por el pueblo, etc. Con la intención de acercar a la corte hispana la espiritualidad que ellas practicaban, estas mujeres de condición elevada fundaron conventos donde acabaron profesando un buen número de mujeres de la corte, e incluso, de la familia real. El poder que estas mujeres ejercieron a través de estos conventos queda reflejado en las discretas reuniones, alejadas de Palacio, que mantenían en estas fundaciones con embajadores, representantes pontificios, ministros del rey, etc. Las sobrias fachadas de los conventos, de estilo barroco, incitan a pensar que por dentro eran espacios de clausura de gran austeridad y pobreza, sin embargo, son auténticos palacios en miniatura, bien decorados, con valiosos frescos en techumbres y paredes, colecciones únicas de retratos, tapices, orfebrería, etc.