El conservatorio de Sant’Onofrio a Porta Capuana
En 1578, el cardenal Alfonso Gesualdo de los Condes de Conca y de los Príncipes de Venosa, tío del famoso Carlo Gesualdo da Venosa, en la Vicaría dio orden de crear la Cofradía de los Blancos, formada por los artesanos de los tejidos que trabajaban en Nápoles y compuesta por maestros genoveses, sicilianos, españoles, florentinos, catalanes, etc., vinculada a la iglesia de Sant’Onofrio a Porta Capuana, con fines humanitarios y religiosos. Así nació una institución de caridad para recibir a huérfanos y niños abandonados, que se iniciaban desde temprana edad a los futuros trabajos artesanos. El Instituto participó en la trágica revuelta de Masaniello (1647-1648), probablemente debido al parentesco que unía a los pequeños huérfanos con las familias que se unieron al desesperado gesto. El instituto fue golpeado por la terrible represión virreinal, experimentando años de gran dificultad. Existió el riesgo de cierre a causa de la peste de 1656, que diezmó a los pocos niños que sobrevivieron a la revuelta. Sólo en 1658 los Padres Escolapios, con su férrea disciplina, reorganizaron el orfanato que recuperó plenamente su entusiasmo. El uniforme de los niños era idéntico en la forma al de los huérfanos del Conservatorio di Santa María di Loreto, tenían la “sotana” blanca, sin embargo, la “zamarra” y el gorro eran marrones. Entre la segunda mitad del siglo XVII y principios del siglo XVIII, por medio de la fuerte labor de sus maestros como Cristoforo Caresana, Angelo Durante (tío del famoso Francesco Durante), Nicola Sabino, Nicola Fago y Gennaro Manna, la escuela se desarrolló de manera significativa y, gracias a la alta calidad de la enseñanza llevada a cabo en su interior, pronto el instituto compitió con los otros tres conservatorios. Entre los más destacados músicos que legaron sus carreras al Sant’Onofrio recordamos también a Niccolò Jommelli, Giovanni Paisiello y Giacomo Piccinni. En 1797, al Sant’Onofrio se unió el Conservatorio di Santa María di Loreto, y en 1806 todos los institutos de música napolitana se englobaron en el Real Colegio de Música, que después se convirtió en el Conservatorio de San Pietro a Majella.