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La Semana Santa en Caltanissetta

La Semana Santa de Caltanissetta es uno de los ejemplos más importantes de la devoción cristiana en el sur de Italia. Los ritos comienzan el Domingo de Ramos, al amanecer: la estatua de Jesús Nazareno, situada en una barca floral, hace su entrada en la iglesia barroca de Santa Agata en el Colegio, a través de su majestuosa escalera. En la propia iglesia, donde un tiempo se alojó la Cofradía de la Santa Virgen Niña (que, entre otras cosas, ideó la procesión del Nazareno). Todavía a finales del siglo XVIII, en el antiguo Colegio de los Jesuitas de Caltanissetta, en el tiempo de Cuaresma, se desarrollan representaciones teatrales centradas en el tema de la Pasión (originalmente conocida en Sicilia como Casazze, y luego llamadas Misterios). Retomadas a mediados del siglo pasado, hoy en día tales representaciones están organizadas por una Asociación de teatro. Mientras que en el pasado se centró principalmente en los momentos de la Crucifixión y el Descendimiento (‘a Scinnenza, término dialectal de la que toma el nombre toda la ceremonia), desde hace algunos años la acción escénica incluye también el tema de la Resurrección. La representación sagrada comienza el Lunes Santo (con la entrada de Jesús en Jerusalén y la Última Cena), continúa el Martes Santo (con El juicio, el Via Crucis y El Descendimiento) y termina el Domingo de Pascua. Al contrario de lo que ocurre en Trapani y en muchas otras ciudades de Italia y de España, el día de Viernes Santo de Caltanissetta no culmina con la procesión de los Misterios. Lo más destacado de este día, de hecho, es la exposición del precioso crucifijo gótico, dedicado al patrón de Caltanissetta: el Señor de la ciudad. Es la obra más antigua de Caltanissetta, tallada en madera de color negro, llevada en procesión a hombros por los recolectores de hierbas silvestres: los fogliamari. Estos últimos caminan descalzos entonando antiguos y conmovedores cantos devocionales (las ladate o lamentanze). Situado en una vara barroca dorada en forma de corona, el crucifijo sagrado es precedido por la Real Maestranza, las autoridades eclesiásticas y civiles, y por las diversas cofradías ciudadanas y de los fieles (muchos de ellos descalzos).