Reino de Aragón
Aragón se convirtió en un reino cristiano en 1035 gracias a Ramiro I (1000-1063). El reino de Aragón (que a partir de 1162 también incluyó el condado de Barcelona y Cataluña) tuvo un papel fundamental con la adquisición primero de las Islas Baleares y de Valencia, y después, de los reinos de Cerdeña (formalmente desde 1297), Sicilia (desde 1409) y Nápoles (desde 1442). Fernando II el Católico (1452-1516), rey de Aragón desde 1479, completó la Reconquista con la toma de Granada en 1492 y con la represión/expulsión de grupos étnicos y religiosos diferentes a los cristianos: los judíos fueron expulsados ??en 1492 y los súbditos de fe musulmana se convirtieron a la fuerza -los llamados Moriscos- y después expulsados ??entre 1609 y 1614. Mientras, Fernando II (1469) se había casado con la joven princesa Isabel I de Castilla (1451-1504), que diez años más tarde se convertiría en soberana de su reino. Este matrimonio produjo la unión dinástica de sus respectivos reinos, los cuales, sin embargo, continuaron separados y conservando sus formas y autonomía de gobierno. Éstos fueron gobernados sólo por Fernando a la muerte de su esposa, para después ser reconducidos bajo una misma soberanía bajo la dinastía de los Habsburgo, inaugurada por Carlos V (1500-1558), nieto de los dos Reyes Católicos, en 1516. En los dos siglos sucesivos, el reino de Aragón mantuvo su autonomía administrativa y financiera. Sólo después de la Guerra de Sucesión española (1701-1713) y la llegada de la dinastía borbónica con Felipe V (1700), Aragón se convirtió en una provincia de España.