Reino de Valencia
El reino de Valencia surgió en 1238, cuando el rey Jaime I de Aragón, derrotó definitivamente al ejército del reino musulmán y anexionó el territorio, a penas liberado, a la Corona de Aragón. Todavía en 1238 se promulgaron los Fueros de Valencia (Els Furs), las leyes que habrían gobernado el reino durante toda su existencia. Durante el siglo XV, verdadero y propio Siglo de Oro valenciano, el crecimiento económico, debido principalmente al comercio marítimo con las posesiones no ibéricas de la Corona de Aragón, fue acompañado por un florecimiento literario y humanista. En ese mismo período nació la Taula de Canvis, auténtica bolsa de valores del reino. Después de la unión dinástica de las coronas de Castilla y Aragón en la figura del rey Carlos I (emperador Carlos V), el reino de Valencia mantuvo su independencia política, pero poco a poco perdió su prosperidad económica. Los comerciantes valencianos fueron excluidos del comercio con las colonias castellanas en América, mientras que la expulsión de los Moriscos (1609-1614) privó al reino de una parte numerosa (casi un tercio del total) y particularmente productiva de su población. Durante la Guerra de Sucesión, Valencia se alineó con el candidato de los Habsburgo, el archiduque Carlos, por lo que fue castigada por aquel que más tarde ganó la guerra, Felipe V de Borbón. Con los decretos de Nueva Planta, los antiguos reinos de Aragón se incorporaron a la Corona de Castilla, y también Valencia perdió su independencia política y sus Fueros.