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La Guerra de Sucesión española

A la muerte sin herederos del rey Carlos II de Habsburgo, la vacante del trono español fue la causa de un gran conflicto europeo (1701-1713). Poco antes de su muerte, Carlos II había designado como su heredero a Felipe de Anjou (1683-1746), nieto del rey Luis XIV de Francia. El Rey Sol podía gozar de una estrecha relación con el soberano fallecido, de quiera era primo de sangre. En contra de la unión entre las coronas de Francia y España, los Habsburgo de Austria se opusieron con su propio candidato, el archiduque Carlos, pronto apoyado por una coalición internacional formada por las Provincias Unidas, Inglaterra, Prusia, Portugal, el Ducado de Saboya y varios príncipes alemanes (1701, Gran Alianza de La Haya). El predominio de las tropas filohasburguicas en el campo de batalla se frustró cuando, en 1711, el archiduque Carlos sucedió a su hermano mayor José I en el trono imperial. No queriendo colocar un emperador que siguiera los pasos de Carlos V y su vasto imperio, los aliados acordaron con los Borbones el Tratado de Utrecht (1713), mientras que la paz entre España y el Imperio llegó al año siguiente, con el Tratado de Rastadt (1714). Entre las muchas consecuencias de esos tratados estaban: la Corona española fue reconocida a Felipe V de Borbón; el nuevo rey perdió las posesiones italianas, pasando a ser del Imperio, con la excepción de Sicilia, que fue asignada a los Saboya con el título real; Inglaterra ganó las fortalezas militares y comerciales de Gibraltar y Menorca.

Leer más:

  • L. Frey, A question of empire. Leopold I and the war of Spanish succession, 1701- 1705, Nueva York 1983.
  • L. Frey, The treaties of the War of the Spanish Succession. An historical and critical dictionary, Westport 1995.
  • A. Álvarez-Ossorio Alvariño, Famiglie, nazioni e Monarchia. Il sistema europeo durante la Guerra di Successione spagnola, en «Cheiron», 39-40 (2003).