Caserta
Capital de la homónima provincia de la región de Campania, Caserta tiene orígenes antiguos, que se remontan a la época samnita. El centro de la ciudad actual ya existía en el período longobardo, y durante la Edad Media se convirtió en sede obispal y se enriqueció con importantes edificios y monumentos, como la catedral y el propio Palacio Episcopal. La provincia de Caserta nació a finales del siglo IX y Pandulfo de Capua fue su primer señor. Estuvo bajo el dominio de destacadas familias como los Acquaviva y Caetani, no obstante, el feudo fue finalmente vendido a los Borbones en el siglo XVIII. El rey Carlos III decidió construir el palacio real (foto) que todavía hoy constituye el elemento de mayor notoriedad para Caserta a nivel internacional. Las obras se iniciaron en 1750 y fueron encargadas al arquitecto Luigi Vanvitelli: el resultado fue un palacio, capaz de competir en belleza y magnificencia con los otros grandes palacios reales europeos, con un gran parque construido alrededor del antiguo jardín de los Acquaviva, lleno de prados, bosques, fuentes, lagos y cascadas. A finales del Setecientos, Fernando IV quiso una nueva residencia en la localidad de San Leucio, con una fábrica adyacente dedicada a la producción de seda. Para los trabajadores de la fábrica se construyeron los barrios de San Carlos y San Fernando, mientras que el Palacio del Belvedere se enriqueció con un magnífico jardín a la italiana.