L’Aquila
Actual capital de la región de los Abruzos, L’Aquila fue fundada en el siglo XIII por el emperador Federico II de Suabia. El símbolo de la ciudad, la Basílica de Santa María de Collemaggio, fue erigida a finales del mismo siglo por deseo del ermitaño Pietro da Morrone, donde habría sido coronado el Papa con el nombre de Celestino V, el 29 de agosto de 1294. En época moderna, L’Aquila fue objeto, como todo el sur de Italia, del dominio de los aragoneses y españoles. En 1527, el virrey Filiberto de Orange castigó duramente el intento de sublevación de la ciudad, devastándola e imponiéndole una multa elevada. Después de este episodio fue erigido el Forte español, otro símbolo de la ciudad, en cuyo portal fue puesto, como advertencia para el futuro, la inscripción Ad reprimendam aquilanorum audaciam. La historia de L’Aquila se ha caracterizado constantemente por numerosos y destructivos terremotos, tales como los de 1349, 1461, 1646, 1703 y, por último, el del 6 de abril de 2009, que supuso un grave daño para el patrimonio artístico de la ciudad.