El conservatorio de los Poveri di Gesù Cristo
Marcello Fossataro, terciario franciscano, nacido en Nicotera en 1565, fundó el Conservatorio de los Poveri di Gesù Cristo (Pobres de Jesucristo) en 1589, con el fin de compensar la miseria vivida por los chicos que vagaban por las calles de Nápoles. En ese momento, la ciudad partenopea vivía un periodo muy problemático debido a la inestabilidad política y la sucesión de plagas, hambrunas, guerras, levantamientos y erupciones del Vesubio. Era, por lo tanto, costumbre de Fossataro mendigar por las calles de la ciudad al grito de: “Haced la caridad a los pobres de Jesucristo”. Fue el arzobispo de Nápoles, el cardenal Alfonso Gesualdo, quien en 1602 firmó la autorización para el reconocimiento del orfanato con la obligación de enseñar a los niños a leer y escribir y aprender la Doctrina Cristiana. De hecho, el Conservatorio de los Pobres de Jesucristo fue el único de los cuatro institutos masculinos que cayó en manos de la jurisdicción del arzobispo. A la cabeza de la institución fueron encargados dos “Gobernadores” elegidos por el arzobispo. La dirección interna de la estructura fue confiada al “Primer Oficial”, también llamado “Custode” (guardián o custodio), del que dependía los “Maestros” y los “Oficiales inferiores”, divididos conforme a las tareas en “Sacristán Rationale”, “Portero”, “Despensero”, “Guardarropero”, “Refectolero”, “Cocinero” y “Enfermero”. La escuela se encontraba en la iglesia de Santa María en Colonna, en la plazoleta de los Girolamini. Inicialmente, los niños del Conservatorio de los pobres de Jesucristo vestían con paño gris franciscano, pero el cardenal Caracciolo quiso que se vistieran con la “sotana” roja, la “zamarra” y el gorro azul, que recordaba los colores de la ropa de Cristo de quien los pequeños huérfanos llevaban el nombre. Los conflictos con los Padres del adyacente Oratorio de los Filipinos fueron frecuentes hasta el punto de que éstos últimos llegaron a prohibir que en la iglesia de los Pobres de Jesucristo sonasen las campanas y se oficiase durante las horas dedicadas por los Padres de Filipinos a los ejercicios espirituales. En 1744, debido a los numerosos tumultos que causaron graves problemas disciplinarios al interno del conservatorio, muchos jóvenes fueron expulsados, pero a pesar de esto, el arzobispo Spinelli, quien estaba a cargo del conservatorio, prefirió solucionarlo distribuyendo a los estudiantes en los otros tres institutos musicales que en ese tiempo había surgido en Nápoles. Entre los artistas que han jugado un papel importante en el instituto se destaca a Gaetano Greco, que fue llamado a finales del siglo XVII para dirigir el conservatorio. A su muerte, en 1728, fue sustituido por Francesco Durante, y después Francesco Feo, Alfonso Caggi, Geronimo Abos, Niccolò Jommelli, Giovan Battista Pergolesi, Giuseppe Porsile, Nicolò Porpora, Leonardo Vinci, Giuseppe Arena, Giuseppe Avossa, Giacomo Insanguine, Tommaso Traetta.