La Historia del Sacro Monte de los Muertos
Es probable que la Cofradía teatina estuviera ya activa a finales del siglo XVI, para cumplir con los canónicos fines devocionales y caritativos, de la oración y la caridad, que en ese momento se llevó a cabo por las Congregaciones. La Cofradía del Sufragio o Monte de los Muertos tomó el nombre de la Archicofradía del Sacro Monte de los Muertos a finales del siglo XVIII. En este mismo periodo, sus afiliados se dividían entre los miembros nobles pertenecientes a los hermanos vocales (que elegían al Gobernador y gestionaban la agrupación) y otras clases reunidas en el grupo de los hermanos y hermanas de la devoción (inscritos únicamente por el sufragio de las respectivas almas). Ya con motivo del Jubileo del Año Santo de 1650, los cofrades del Monte de los Muertos de Chieti (encapuchados y vestidos con tela de sayo) llevaron en procesión “una Muerte de madera de tamaño natural”, un “nuevo estandarte en damasco negro” y el catafalco del Cristo Muerto. En los años treinta del siglo XIX, la procesión se enriqueció con la imagen de la Dolorosa.