Raccuja
Adquirida en 1552, Raccuja (en la provincia de Mesina) bajo los Branciforte vivió un período de gran esplendor. “Bajo el dominio de los Branciforte florecieron las artes figurativas, artísticas y culturales: los monasterios se enriquecieron de bienes, el pueblo se equipó con nuevas calles e imponentes edificios”. Todavía hoy se conserva el Castillo, construido por Ruggero d’Altavilla por motivos defensivos, pero transformado por los Branciforte en residencia aristocrática y como lugar de la representación política y administrativa. En 1812, se transformó en una cárcel judiciaria, y se mantuvo así hasta los años sesenta del siglo XX. Recientemente el edificio, después de décadas de abandono, se ha restaurado.