Reino de Mallorca
El reino de Mallorca fue fundado por Jaime I de Aragón, llamado el Conquistador, quien acabó con la dominación musulmana de las Islas Baleares (Mallorca y Menorca) y las islas Pitiusas (Ibiza y Formentera). Impulsado por un poderoso grupo de comerciantes catalanes, ansiosos por poner fin a las incursiones de los piratas moros, el rey de Aragón emprendió una acción militar en 1229, poniendo fin en unos pocos años. Eran parte del reino también los territorios que Jaime tenía en el continente, a saber, los condados de Rosellón, donde estaba la capital de Perpiñán, y Cerdaña y las zonas de Montpellier, Carlat y Aumelas. Incorporado a la Corona de Aragón y luego a la monarquía de los Habsburgo (1516-1700), el reino, sin embargo, siguió manteniendo sus propias leyes y costumbres; los fueros. Para ejercer el poder en nombre del rey, fue enviado desde Madrid un virrey. Con la llegada al trono de Felipe V (1683-1746), el reino de Mallorca, así como los reinos de Aragón, Valencia y Cataluña, se redujeron a provincias de la monarquía española, conforme a las leyes y jurisdicciones castellanas.