Reino de Cerdeña
En 1295, el papa Bonifacio VIII concedió Cerdeña a la corona de Aragón, la cual, a lo largo del siglo XIV, tuvo que enfrentarse a las revueltas de la población autóctona. Desde entonces, y durante tres siglos, Cerdeña estuvo gobernada por el virrey de Aragón, quien introdujo la Inquisición española. En la segunda mitad del siglo XVII, un enfrentamiento entre facciones en el Parlamento, convocado entre 1666 y 1668 por el virrey Marqués de Camarasa, terminó con el asesinato de un noble isleño (que pedía reservar los oficios y las prelaturas para los sardos) seguido por el del propio virrey, después de un mes. Los líderes de la conspiración fueron decapitados y sus cabezas expuestas a modo de advertencia en las torres de Cagliari en 1671. Con el estallido de la Guerra de Sucesión española (1701-1713), la isla se dividió en dos facciones, una a favor de Felipe de Anjou (1683-1746), la otra apoyando al futuro emperador Carlos de Habsburgo (1685-1740). La isla pasó oficialmente a los austriacos por el tratado de Rastadt de 1714, luego de nuevo a España en 1717, y finalmente, a los duques de Saboya, quienes tomaron posesión asumiendo el título real (desde entonces hasta el Risorgimento fueron honrados con el título de reyes de Cerdeña), después de la Paz de La Haya de 1720.
Leer más:
- B. Anatra, G. Serri, R. Puddu (eds.), Problemi di storia della Sardegna spagnola, Cagliari 1975.
- A. Mattone, La Sardegna spagnola, Sassari 1995.