La capilla de los Genoveses de la Parroquia de Santa Cruz (Cádiz)
La capilla de los Genoveses se fundó en 1487 en la Catedral Vieja de Santa Cruz de Cádiz (foto), por iniciativa del mercader genovés Francesco UsodimareComerciante y navegante de origen genovés afincado en Cádiz, aunque también pasó unos años en Lisboa, donde residía su hermano, Antonio Usodimare, también mercader. Tanto él como su hermano destacaron por sus viajes a Canarias y África, donde llegaron a comprar esclavos, durante la segunda mitad del siglo XV.. Dedicada a Santa María y a San Jorge, patrones ligures, era el lugar de enterramiento de los genoveses en Cádiz, a la vez que sirvió para celebrar las fiestas ligures. El paso del tiempo hizo que el retablo tuviera que ser cambiado por otro, encargado en 1651. Del año 1671 data la inscripción de la espectacular capilla genovesa de la Parroquia de Santa Cruz, antigua catedral de la ciudad de Cádiz. El esplendor de los materiales – jaspes, alabastros y mármoles de CarraraEs un tipo de mármol blanco que se extrae de las canteras de la provincia de Massa-Carrara, en la región de Toscana. Los romanos fueron quienes mejor supieron explotar este lugar. Con el tiempo este mármol se convirtió en un material muy apreciado, prácticamente de lujo, durante Época Moderna. – con que se realizó el retablo de la capilla, venía a demostrar el poderío económico de la comunidad de comerciantes y banqueros genoveses que trabajaban en la ciudad y quisieron encargar esta capilla. Las dimensiones monumentales y el uso de mármoles policromados recuerdan a los retablos italianos de la primera mitad del siglo XVII. Sus elementos decorativos corresponden al estilo barroco por su uso de las columnas salomónicasEs una columna de época barroca cuyo fuste tiene forma retorcida. Se extendió por Europa durante toda la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII. Su nombre se basa en la descripción bíblica de las columnas del Templo de Salomón. típicas de la II mitad del siglo XVII. Casi veinte años tardaron en realizarla (1651-1671) y fue encargada por la nación genovesa a dos célebres escultores genoveses, primos entre sí, Tommaso y Giovanni OrsolinoPrimos escultores genoveses, aunque de familia con orígenes lombardos, que destacaron por su habilidad con el mármol durante el siglo XVII. Su método se basó en una gran simpleza técnica y de retórica decorativa de forma que destacaba el color y la textura del mármol en sí., que trabajaban unidos desde 1646. El influjo genovés se observa, además de en los mármoles utilizados, en las referencias a la iconografía religiosa ligur con las cuatro esculturas de santos protectores de Génova: San Jorge, San Lorenzo, San Juan Bautista y San Bernardo. Las cuatro se encuentran, desde el siglo XVIII, en diferentes capillas de la Catedral Nueva. En el centro del retablo se encontraba la Madonna Regina di Genova y flanqueando el doble tímpano se encuentra la imagen del Padre Eterno con dos ángeles a los lados.