Los genoveses en el Puerto de Cádiz (siglo XVII)
La presencia de genoveses en la Península Ibérica data de época medieval cuando la República de Génova era una potencia marítima que creó diversas colonias comerciales a lo largo de las costas del Mediterráneo. El interés de los Reyes Católicos en hacer realidad el imperio de Indias hizo que un gran número de mercaderes ligures con gran experiencia en las finanzas y en el comercio exterior se asentaran en Castilla, para colaborar con los monarcas en cuestiones económicas. Familias enteras del patriciado genovés cuyos miembros ejercían de importantes banqueros y mercaderes, comenzaron entonces a asentarse además de en Castilla, en los principales puertos marítimos de la Península como Cádiz, Sevilla o Valencia, controlando así el comercio mediterráneo y también el americano. En 1528 por medio del acuerdo de la CondottaEs el acuerdo entre el emperador Carlos V y Andrea Doria en 1528 por el que se establecían las relaciones de dependencia entre la República de Génova y la Monarquía Hispana. De un lado, la Monarquía ofrecía protección militar a Génova y del otro, Génova impulsaba económicamente la dinámica comercial de la Monarquía., el Imperio de Carlos V comienza a ejercer una tutela sobre la República genovesa, a la que protege militarmente, dando comienzo a una relación estrecha entre Génova y España que se conoce como el “siglo de los genoveses”. A cambio de los préstamos continuos a la corona, los genoveses consiguieron amplios privilegios para participar en el emporio colonial americano. Poco a poco, los asentistas genoveses fueron tomando mayor protagonismo en las finanzas de Felipe II, ascendiendo a puestos cada vez más relevantes en la corte hispana por medio del servicio al monarca y las alianzas matrimoniales con importantes familias de la aristocracia española. Pero la época del Barroco significó el declive de los asentistas genoveses en España, especialmente tras la bancarrota de 1627En 1627 el sistema financiero de la Monarquía Hispana se declaró insolvente. La relación de la República genovesa con la Monarquía comenzaba a derrumbarse: ni la Monarquía pudo defender militarmente el ataque de Saboya a Génova, ni los genoveses estaban dispuestos a prestar más dinero a la corona española., que demostró la falta de solvencia de la economía española. Fue entonces cuando en la Península ibérica se cambió el dominio de los genoveses por el predominio del Banco de Cambio de AmsterdamSe creó en 1609 y fue de los más importantes del norte de Europa. Tanto su nacimiento como su desarrollo estuvieron vinculados a La Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, quebrando ambos organismos a principios del siglo XIX., que se convirtió en la plaza principal de préstamos. A lo que habría que sumar el declive del puerto atlántico de Sevilla debido al descenso comercial con América y el auge de importantes compañías comerciales competidoras como la holandesa o la inglesa en la Indias Orientales. A mediados del siglo XVII, los mercaderes y prestamistas ligures cambiaron de estrategia; abandonaron el comercio de América, convirtiéndose en intervinientes -comerciantes de trigo y seda especialmente – entre los reinos hispanos y los territorios italianos de la Monarquía. Buena parte de la colonia de genoveses asentados en Sevilla se desplazó a Cádiz donde se daba un comercio más local que miraba a Italia (foto: la costa gaditana con la catedral). Y es precisamente en Cádiz, donde se rastrea mejor el pasado barroco de la nación genovesa.