Una fundación de la princesa Juana: El Monasterio de las Descalzas Reales
Las Descalzas Reales es el monasterio más antiguo de este itinerario, y es actualmente el más conocido y visitado de Madrid. Cercano al Alcázar, era un antiguo palacio del siglo XV que fue transformado en monasterio para la oración y el recogimiento por la princesa Juana de AustriaNació en 1535, hija menor de Carlos V. Quedó viuda del príncipe Juan de Portugal, regresando así a Castilla y dejando a su hijo Sebastián I en Portugal. En Valladolid ejerció de regente de los reinos hispanos cuando su hermano, Felipe II, se marchó a Inglaterra y Países Bajos. Una vez liberada de los asuntos de gobierno, se concentró en la fundación de las Descalzas Reales por iniciativa de su confesor, el jesuita Francisco de Borja. Desde su fundación vivió allí hasta su muerte, en 1573., hija de Carlos V, en 1557. Precisamente, en este antiguo Palacio, había nacido la propia princesa Juana. En 1559 llegaba la comunidad de Franciscas DescalzasEs una comunidad de religiosas que sigue las reglas de la reforma de Santa Coleta, de origen francés, en el siglo XV. El primer convento de esta rama que se funda en España fue el convento de Gandía bajo el patrocinio de la familia de los Borja, duques de Gandía. La mayoría de las mujeres de esta familia nobiliaria profesaron en este convento, del que luego fueron reclamadas para dar origen a la fundación del convento de las Descalzas Reales de Madrid. de Gandía para dar comienzo al nuevo monasterio real. Se convierte en un importante centro de poder a finales del siglo XVI y durante todo el siglo XVII, cuando la emperatriz María de AustriaMaría de Austria (1528-1603), hija mayor de Carlos V e Isabel de Portugal, se casó con su primo Maximiliano II emperador. Cuando en 1574 falleció su marido, la emperatriz volvió a Madrid junto a una de sus hijas, Margarita. En Madrid, ambas mujeres entraron en las Descalzas Reales, fundación de su hermana Juana. Desde el convento, siempre mantuvo correspondencia con sus hijos, los emperadores Rodolfo II y Matías I, actuando como nexo de unión entre el Imperio y la Monarquía Hispana. y su hija, sor Margarita de la CruzFue la hija de los emperadores Maximiliano II y María de Austria. Con 18 años acompañó a su madre viuda a Madrid, residiendo en las Descalzas Reales. Allí profesó como francisca descalza en 1585. Hubo varios intentos por parte de los Pontífices para nombrarla priora del convento, pero ella siempre se negó a serlo. Mantuvo contacto con sus hermanos en el Imperio y con diversos pontífices y destacados cardenales. Tuvo mucha influencia sobre la vida religiosa de Felipe IV. Falleció en 1633., profesaron en el convento, donde vivieron el resto de su vida. A principios del siglo XVII, la reina Margarita de Austria y sus hijos, pasaban la mayor parte del tiempo en este convento con su tía (la Emperatriz) y su prima. Aunque era un convento de clausura, por la categoría de las mujeres que profesaban en este monasterio, tenían libertad, por parte de los Pontífices, para recibir visitas.
Artísticamente, lo más impresionante de las Descalzas Reales es su escalera principal decorada en pleno barroco. Todas las paredes de la escalera y los techos están cubiertos por pinturas murales que simulan un claustro y jardines con estatuas. Ocupa un lugar destacado el balcón real, una pintura mural donde aparece retratada la familia de Felipe IV asomándose a un balcón. Se trata de una obra de Antonio de Pereda que data de mediados del siglo XVII. También el claustro alto resulta un lugar de gran valor por sus siete capillas con altares, imágenes y orfebrería devocional del barroco. Los suelos del convento mantienen su estructura original con azulejos de Talavera de la ReinaSe trata de la cerámica que se fabrica en la ciudad de Talavera de la Reina (Toledo). Se compone de barro sacado del río Tajo que se decora con diferentes esmaltes. Desde época de Felipe II la esmaltada en color blanco y azul se incorporó en las paredes de muchos conventos y palacios – incluso El Escorial – y en numerosos objetos ornamentales como jarrones y vajillas. Es la cerámica más célebre en España y su ciudad basa buena parte de su economía en la venta de este material. del siglo XVII. Existen dos salas que merecen una mención especial: por una parte el Salón de Tapices, con la serie de tapices flamencos “El Triunfo de la Eucaristía” regalada por la infanta Isabel Clara Eugenia a las monjas, cuyo diseño fue obra de Pedro Pablo Rubens. Y el Salón de Reyes que guarda una de las mejores colecciones de retratos de la familia real de Felipe II, Felipe III y Felipe IV pintados por Juan Pantoja de la Cruz, Claudio Coello y Rubens, entre otros.