La reconstrucción de la Plaza Mayor de Valladolid
En la Edad Media, el espacio donde hoy se encuentra la Plaza Mayor de Valladolid estaba fuera de la muralla y servía como lugar de encuentro para los agricultores y comerciantes y para la recogida de sus productos. De la época del dominio del conde Pedro Ansúrez (segunda mitad del siglo XI) data la construcción de la Plaza de Santa María, eje central de una ciudad en expansión. En ésta se encontraban las Iglesias de Santa María la Mayor y de Santa María la Antigua, así como el edificio del gobierno municipal. La actual Plaza Mayor (que comenzó a ser llamada de esta manera a principios del siglo XVI) se estableció en la fase final de la Edad Media, como la plaza del mercado. En ella dominaba el Convento de San Francisco (demolido en el siglo XIX) y a partir de 1499 también fue la sede, bajo la orden determinada de los Reyes Católicos, del ayuntamiento. En 1561, del 21 al 23 de septiembre un gran incendio destruyó gran parte de la ciudad, incluida la Plaza Mayor. El proyecto de reconstrucción de la plaza y de todo el centro histórico de la ciudad se confió a Francisco de SalamancaFrancisco de Salamanca (c.a. 1514-1573) desempeñó el cargo de trazador mayor bajo Felipe II. Su obra más importante fue, sin duda, la reconstrucción de la Plaza Mayor de Valladolid y de las calles adyacentes tras el gran incendio de 1561. Si bien no nació en Valladolid, transcurrió gran parte de su vida en esta ciudad castellana, trabajando muy a menudo con su hijo Juan de Salamanca. y fue financiado gracias a la intervención decisiva del rey Felipe II, natural de Valladolid. El resultado fue una plaza que cambió para siempre el modelo urbano de la ciudad castellana, ejerciendo una influencia duradera en todas las plazas mayores que se han construido en las décadas y siglos posteriores. Por primera vez, fue concebida como el centro de la ciudad, de la que emergía una red de caminos rectilíneos. Fue también la primera plaza mayor de forma regular, cerrada y dotada de pórticos, ideal para la celebración de actos públicos, tanto religiosos como civiles. De planta rectangular, la plaza cuenta con pórticos sobre columnas o pilares de granito. Las vías de acceso no están cubiertas. Los edificios que la rodean tienen balcones en todas las plantas, pero el aspecto original de la plaza, de inspiración vitruviana, incluía sólo el primer piso de los edificios, con alféizares en las ventanas del segundo piso y simples ventanas en el tercero. En el lugar donde se situaba el antiguo Convento de San Francisco está hoy el teatro Zorrilla, mientras que el antiguo ayuntamiento, construido en el siglo XVI, fue sustituido por el actual a finales del siglo XIX. A principios del siglo XX se remonta el monumento del conde Pedro Ansúrez.