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El Colegio Máximo de la Compañía en Alcalá: un centro de estudios de referencia en el s. XVII

Colegio2En el año 1549, el P. Francisco Villanueva trasladaba definitivamente el colegio jesuita a una casa en la calle de Libreros. En 1551 se amplió el solar con la ayuda económica de doña María de Mendoza, hija de los IV marqueses de MondéjarTítulo nobiliario español que perteneció a la corona de Castilla. Lo creó Fernando el Católico en 1512 para honrar a la familia de los Mendoza en la persona de don Íñigo López de Mendoza y Quiñones. El marquesado de Mondéjar se situaba en la zona de Guadalajara, en el centro del territorio hispano de la Monarquía, siendo uno de los núcleos de poder más importantes por su cercanía a la corte de Madrid.. El encargado de diseñar los planos de un gran colegio fue el jesuita Bartolomé de BustamanteNació en Alcalá de Henares en 1501. Tras ingresar en el Compañía se ganó la confianza del superior Francisco de Borja, luego General de la Orden, del que fue su secretario. Elaboró numerosas trazas de iglesias y colegios jesuitas: Medina del Campo (1553), Plasencia (1554), Marchena y Granada (1556), Madrid y Villarejo de Fuentes (1561), Trigueros, Córdoba y Sevilla (c. 1562), Alcalá y Ocaña (1567), y Caravaca (1569). Falleció en 1570., quien en 1565 había obtenido la aprobación de Roma para comenzar su edificación. No obstante, el proyecto de Bustamante se demoró por errores métricos y problemas económicos. El caos anterior de pequeñas casas insalubres, corrales y demoras en la edificación acabó finalmente en 1620 cuando el edificio se dotó de una traza regular que retomaba los planos de Bustamente. No obstante, la construcción se siguió alargando por mucho tiempo hasta que entre los años 1660 y 1680 intervino Melchor de BuerasFue un Arquitecto cántabro del barroco español de finales del s. XVII. Muy reconocido en la corte de Carlos II, tuvo una gran demanda de edificios para la nobleza que levantó durante esta época, como las casas del Duque de Alba y del Duque de Osuna, las fuentes para los jardines de la Marquesa de Oropesa, para don Pedro de Toledo y Vergara y las obras en la villa de Prado. Asimismo, trabajó para diversos edificios de la Compañía como el Colegio Imperial de Madrid y el Colegio Máximo de Alcalá., quien realizó la portada principal, y construyó el edificio al estilo de un barroco ya avanzado. Este maestro había terminado el patio del Colegio Imperial de Madrid y la iglesia del colegio de Talavera. A finales del s. XVII pasó a denominarse el “Colegio Máximo de la Compañía en Alcalá”. El apelativo “Máximo” le fue otorgado por ser el colegio más grande e importante de la Provincia jesuítica de ToledoPara conseguir una mayor eficacia de sus actividades y de su gobierno la Compañía de Jesús se dividía territorialmente en provincias. De las cuatro que componían el territorio español, la de Toledo se componía de las actuales provincias de Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia. a la que pertenecía. Impresiona la magnitud de este centro educativo que es hoy la facultad de derecho de la Universidad de Alcalá.

Colegio1El colegio forma un bloque casi rectangular adosado a un costado de la Iglesia de la Compañía. Era un centro de estudios superiores, filosóficos y teológicos, donde convivían estudiantes (acogía un total de sesenta alumnos) y profesores al estilo de los colegios que formaban la Universidad. Estaba distribuido en tres sectores: el público que comprendía los patios, aulas y sala de la congregación; el privado donde se repartían los aposentos, el refectorio, la cocina, la despensa, la leñera, las caballerizas, el gallinero, etc. Este último sector tenía su propio patio, llamado “de los carros” y se situaba en la zona trasera. Detrás de él se extendía una amplia huerta, que además de servir para plantar árboles frutales, servía como jardín de recreo para los moradores del colegio. La arquitectura del colegio jesuita, como el resto de casas de la Compañía, eran  de estructura muy simple y utilitaria, pobre de materiales y formas, reservándose la magnificencia para la Iglesia. En el Colegio Máximo el material empleado fue el ladrillo visto. En la fachada se utilizó el granito sólo para las impostas que dividían los pisos y para enmarcar las ventanas, todas provistas de rejas de hierro. El escaso ornato se encuentra en la portada principal, con columnas exentas de orden compuesto y el frontón de la entrada que es de vuelta redonda partido.  

Por sus aulas pasaron importantes jesuitas como los Padres Juan de Mariana o Juan Eusebio NierembergFilósofo y exegeta de la Compañía de Jesús. Nació en Madrid en 1595, estudió en el noviciado castellano de Villagarcía (Toledo). Destacó como profesor del Colegio jesuita Imperial de Madrid, en el que estudió buena parte de la aristocracia castellana. También compuso numerosos tratados políticos, baste de ejemplo Corona virtuosa y virtud coronada (Madrid, 1643) en el que analizaba el papel de la Monarquía hispana en el contexto europeo de mediados del s. XVII. Falleció en 1658.. Pero también literatos españoles del Siglo de Oro como Calderón de la Barca, cuya placa conmemorativa en la fachada recuerda que fue colegial en el año 1614.

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