Rodrigo Ponce de León, IV duque de Arcos
Después de ejercer con éxito el cargo de virrey de Valencia, el IV duque de Arcos (1602-1672) fue elegido en 1646 como el sucesor del Almirante de Castilla al gobierno de Nápoles. Al verse de frente a una situación financiera crítica, con el reino agotado por la enorme carga fiscal, el nuevo virrey se vio obligado a imponer un nuevo impuesto para financiar la defensa de Los Presidios de Toscana, atacados por una expedición francesa dirigida por Tommaso de Saboya. Así se restableció el impuesto sobre la fruta, odiado por la plebe, pero una fuente de grandes beneficios para los prestamistas de la Corona, los nobles y los ciudadanos que ya habían anticipado la donación, y los contratistas y subcontratistas de estos impuestos llamados “gabelle”. Ésta fue la chispa que encendió la revuelta de Masaniello. Abrumado por los acontecimientos, el duque de Arcos se mostró incapaz de hacer frente a la situación: después de haber jurado los capítulos preparados por Genoino, no fue capaz de recuperar el control de la ciudad ni si quiera después de la muerte de Masaniello, y con la llegada de la flota dirigida por Don Juan de Austria y la proclamación de la República (octubre de 1647) también perdió la confianza por parte del gobierno de Madrid. Abandonada Nápoles el 24 de enero de 1648, el duque de Arcos fue privado a partir de entonces de cualquier cargo.
Para leer más:
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G. De Caro, Arcos, Rodrigo Ponce de León duca d’, in Dizionario Biografico degli Italiani, v. 4 (1962).
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A. Musi, La rivolta di Masaniello nella scena politica barocca, Napoli 1989.