La obra de Fanzago fuera de Nápoles
Aunque Fanzago había residido durante una gran parte de su vida en Nápoles, a donde regresó después de la revuelta de Masaniello y donde murió en 1678, dejó su huella artística incluso fuera de los límites de la capital partenopea. En Andria, por ejemplo, diseñó la segunda iglesia, llamada “Superior”, que se va a añadir a la anterior iglesia, llamada de “La Crucifixión”, la Basílica de la Virgen de los Milagros. Entre 1626 y 1631 vivió y trabajó en varias ocasiones en la abadía de Montecassino (foto), más tarde se trasladó al norte para realizar una serie de trabajos, incluyendo el altar mayor de la iglesia de San Nicolás en el Lido de Venecia y el proyecto para la iglesia de Santa Ágata de los Teatinos en Bérgamo. Su presencia se atestigua, además, en el Abruzzo, en la iglesia de Jesús y María en Pescocostanzo, e incluso fuera de los confines de la península italiana. En 1636, el entonces virrey de Nápoles, Manuel de Zúñiga y Fonseca, Conde de Monterrey, le encargó el diseño de la reja y el púlpito de la iglesia de los agustinos en Salamanca. El convento, situado en frente del palacio de Monterrey, respondía a la necesidad de dar alojamiento a la hija del virrey, Inés Francisca de la Visitación, que fue la primera priora del convento. El proyecto de la iglesia, que fue concebido como un lugar de entierro para el conde y su familia, había estado confiado, tres años antes, a Bartolomeo PicchiattiBartolomeo Picchiatti (1571-1643) se trasladó a Nápoles desde Ferrara, su tierra natal, en 1593, trabajando inicialmente con el arquitecto Domenico Fontana. Entre sus obras, es preciso destacar el Palacio Monte de los Pobres Vergonzosos y la Iglesia de San Jorge de los Genoveses. En los últimos años fue ayudado por su hijo Francesco Antonio, por ejemplo en el diseño de la Basílica de San Agostino alla Zecca.. Fanzago prestó su obra a la iglesia en 1636, realizando también el diseño de la puerta de entrada. La estructura interior sólo se completó en 1687.