Catanzaro

La ciudad de Catanzaro casi seguro que evolucionó a partir de una antigua colonia griega. En la Edad Media, fue dominada, alternativamente, por los bizantinos y los musulmanes sarracenos, hasta la conquista normanda por parte de Roberto il Guiscardo. En los siglos siguientes, Catanzaro vio cambiar varias veces su condición, de ciudad que pertenecía al dominio real, a feudo de las grandes familias nobiliarias, especialmente de los Ruffo. La floreciente industria de la seda local permitió a Catanzaro disfrutar de un alto nivel de bienestar económico. En 1528 resistió el asedio de los franceses, y gracias a ese hecho obtuvo del Emperador Carlos V (1500-1558) el título de “Fidelísima” y el privilegio de poder introducir el águila imperial en su escudo de armas. A partir de 1593, y de forma continuada durante los dos siglos siguientes, Catanzaro fue también la capital de la provincia de Calabria Ulterior.