La Compañía de Jesús
La Compañía de Jesús es la más importante de las congregaciones de clérigos regulares fundada en el seno dela Iglesia católica durante el siglo XVI, en respuesta a la Reforma protestante. Su fundador, Ignacio de Loyola (1491-1556), canonizado en 1622, recibió la aprobación pontificia de la nueva Orden en 1540. Además de los tres votos ordinarios (pobreza, castidad, obediencia), los miembros dela Compañía, llamados Jesuitas, estaban obligados a pronunciar un voto de obediencia directa al Pontífice, que les comprometía a desarrollar su trabajo donde quisiera el Papa que fueran enviados. La Orden tenía una estructura fuertemente jerarquizada, dirigida por un General (el primer General de la Orden fue Ignacio de Loyola), cuyos miembros se distinguían por un alto nivel de preparación cultural. Pronto se convirtió en una Orden muy potente e influyente, convertida en un instrumento importante de la acción contrarreformista puesta en marcha por la Iglesia Católica entre los siglos XVI y XVII. Los Jesuitas privilegiaban la actividad educativa y misionera, dirigiéndose tanto a las élites como a las masas rurales, adaptándose en cada momento a los hombres y culturas a las que dirigían su apostolado. Muchas fueron las misiones en América Latina y Extremo Oriente, mientras que una especie de nueva evangelización se practicaba entre las poblaciones rurales de Europa. La enseñanza, sin embargo, se practicaba en los colegios de acuerdo con el método de la Ratio Studiorum (Plan de estudios), que era la base de un conjunto de reglas escolares y pedagógicas que prescribían las obligaciones de los dedicados a la educación; los programas y los métodos que se debían adoptar. Aprendizaje gradual, distinciones en clases, repeticiones y ejercitaciones regulares, así como concursos y disputas entre los estudiantes, representan los puntos cardinales de la enseñanza jesuítica. Además de la educación clásica, los Jesuitas también impartían una serie de disciplinas (esgrima, música, danza, idiomas, arquitectura militar) que preparaba a los estudiantes para la vida de la corte y las prácticas de gobierno. Los Jesuitas, a través de una red de colegios, llegaron a monopolizar la educación de las clases dirigentes europeas, de príncipes y aristócratas, fortaleciendo la lealtad al catolicismo y al ideal monárquico. No sólo eso. Consiguieron incluso restaurar la primacía católica en algunos países que se habían pasado a la Reforma. Durante el siglo XVIII la Compañía de Jesús fue duramente criticada por su influencia desorbitada en la Iglesia Católica, así como en la política y en la sociedad, hasta el punto de que sus miembros fueron expulsados de muchas cortes europeas. El Papa Clemente XIV decidió disolver formalmente la Orden en 1773. Sólo en 1814 la Compañía volvió a ser restablecida por Pío VII.
Para leer más:
- J.W. O’Malley, The first Jesuits, Harvard University 1993.
- R. Bireley, The Jesuits and the Thirty Years War. Kings, courts and confessors, Cambridge 2003.
- J. Martínez Millán, H. Pizarro Llorente, E. Jiménez Pablo (a cura di), Los Jesuitas. Religión, política y educación (siglos XVI-XVIII), 3 voll., Madrid 2012.