Giambattista Marino
Giambattista Marino (1569-1625) fue el principal exponente de la literatura barroca en Italia. Nacido en Nápoles, fue enviado a estudiar derecho con el fin de seguir la profesión de su padre. Su pasión por las letras, sin embargo, se manifestó muy pronto. Inicialmente, estuvo bajo la protección de poderosos señores, como el duque Ascanio Pignatelli o el Príncipe de Capua. Obligado a huir de Nápoles en 1600 por problemas con la justicia, se trasladó a Roma al servicio del cardenal Pietro Aldobrandini, luego a Ravenna, Venecia y, de 1608 a 1611, a Turín, en la corte de Carlos Manuel de Saboya. El período en el Piamonte comenzó con éxito, pero terminó amargamente por los problemas judiciarios y, esta vez, incluso en la cárcel. Fuera de prisión, Marino comenzó el periodo más feliz y lleno de gloria de su vida: fue invitado a la corte de Francia por Maria de Medici, viuda de Enrique IV, y en París, honrado y respetado, vivió desde 1615 hasta 1623. Al año 1623 se remonta la publicación en París de L’Adone (El Adonis), el poema de unos 40.000 versos unánimemente considerado como su obra maestra y puesto en la cúspide de la poesía barroca italiana. En el mismo año se decidió a volver a Nápoles, donde fue recibido con entusiasmo y elogios por las Academias de los Infuriati y de los Oziosi, a pesar de la condena por parte de la censura eclesiástica que ya estaba llegando en contra de L’Adone y de toda la obra del autor.