El Museo Nacional de Escultura
A pocos pasos de la Iglesia de San Pablo, la colección del Museo Nacional de Escultura conserva maravillosos ejemplares de esculturas que van desde la Alta Edad Media hasta el siglo XIX. Fundado en 1842 como Museo Provincial de Bellas Artes, ha ido incrementando progresivamente su colección, imponiéndose hoy día como uno de los museos más importantes de Europa en su género. La sede principal se encuentra en el Colegio de San Gregorio, obra maestra de la arquitectura del siglo XV, construido por iniciativa de Alonso de Burgos, obispo de PalenciaPerteneciente a la actual Comunidad Autónoma de Castilla y León, Palencia vivió su periodo de mayor esplendor en época medieval. Sede episcopal bajo los Visigodos, la ciudad fue sede de la universidad española más antigua, aprobada por el Papa Honorio III en 1221 pero desaparecida pocos decenios más tarde. En época Moderna siguió el destino de Castilla: centro del imperio de Carlos V y de la monarquía de Felipe II, sin embargo, conoció una dura crisis en el transcurso del siglo XVII. y confesor de los Reyes Católicos. En los últimos años, el museo se ha ampliado a otros edificios como el Palacio de Villena, la Casa del Sol o Palacio del Conde de Gondomar y la Iglesia de San Benito el Viejo.
Entre las obras conservadas, un buen número se remonta al barroco y se debe a la producción de los grandes maestros de la escultura de la época. De Gregorio Fernández, por ejemplo, aparecen como auténticas obras maestras Santa Teresa, El Bautismo de Cristo, Santo Tomás de Aquino, y una de las versiones, quizás la mejor, del Cristo yacente realizada por el maestro gallego. Muy popular es también la Magdalena penitente de Pedro de MenaPedro de Mena y Medrano (1628-1668) fue uno de los principales exponentes de la escultura barroca española. Nació en Granada, se dedicó principalmente a las obras de carácter religioso, trabajando sobre todo en la ciudad de Málaga, donde murió. En el Museo Nacional de Escultura de Valladolid se conserva su célebre Magdalena Penitente. Dignos de destacar son también los ejemplares de Ecce Homo, de Dolorosas y la imagen de San Francisco de Asís conservada en la catedral de Toledo., y también son excelentes el Ecce Homo del mismo artista, el San Jerónimo penitente y el San Juan Bautista de Alonso Cano, el San Juan Evangelista de Juan Martínez MontañésJuan Martínez Montañés (1568-1649) fue un escultor nacido en Alcalá la Real (Jaén). Formado en Granada con Pablo de Rojas, completó su educación en Sevilla, donde permaneció el resto de su vida, imponiéndose como el máximo representante de la escuela sevillana de escultura de su generación. Particularmente hábil con el trabajo de la madera, las obras de Martínez Montañés son casi exclusivamente de carácter religioso. De él existe un retrato pintado por Velázquez, hoy conservado en el Museo del Prado.. De realización del siglo XVIII son, entre otras, las obras de Juan Alonso de Villabrille y RonDe la vida de Juan Alonso de Villabrille y Ron, nacido en 1663 en una localidad de Asturias y fallecido después de 1732, se tiene poca información. Su obra más importante y la única firmada con su nombre es la Cabeza de San Pablo, realizada en 1707 y custodiada en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. (Cabeza de San Pablo), de Pedro de SierraPedro de Sierra (1702-1760) fue uno de los escultores y arquitectos más importantes del periodo tardo-barroco del arte español. Nació en Medina de Rioseco, y era hijo del escultor Tomás de Sierra. Trabajó toda su vida en Valladolid, donde todavía se conserva la mayor parte de su obra. (Inmaculada), de Francisco SalzilloFrancisco Salzillo y Alcaraz (1707-1783) fue uno de los principales escultores españoles del siglo XVIII. Su producción, siempre de argumento religioso, se vincula al arte barroco pero presenta algunos elementos que anticipan el rococó y el neoclasicismo. Nació, vivió y murió en la ciudad de Murcia, donde hoy se puede visitar el museo dedicado a su obra que de él toma su nombre: el Museo Salzillo. (San Francisco) y de Luis Salvador CarmonaLuis Salvador Carmona (1708-1767) pertenecía a una gran familia de artistas españoles y fue también él un importante escultor en la España del siglo XVIII. Heredero de la escuela de arquitectura de Valladolid, se dedicó sobre todo a las obras de argumento religioso, y fue también muy reconocido en la corte de Madrid. Exponente del arte barroco, su obra presenta influencia del neoclasicismo. (Cristo Crucificado, Santa María Egipciaca). Su origen se remonta a la época barroca como algunos de los Pasos que desfilan en la procesión de Semana Santa de Valladolid y que durante el año se conservan en el museo: entre ellos, recordamos el Camino del Calvario de Gregorio Fernández y La elevación dela Cruz de Francisco del Rincón. En el Palacio de Villena también se conserva un espléndido ejemplar de Belén napolitano, que también se remonta a la época del Barroco.