El Miserere
Las Procesiones del Viernes Santo vienen acompañadas de una antigua oración penitencial, el Miserere, cantado en latín, himno al Dios misericordioso entonado por el pecador arrepentido que pide perdón. Este salmo, que es uno de los siete salmos penitenciales de la liturgia (indicado con el número 50 según la Vulgata y el número 51 de acuerdo a la tradición judía) expresa la perfecta dimensión de la debilidad moral del ser humano. Las primeras palabras del salmo son las siguientes: “Miserere mei Deus” (Ten piedad de mí, oh Dios). Fue escrito y rezado por el rey David alrededor del 970 a.C. En él, David, después de reunirse con el profeta Natán, quien lo reprendió por el doble pecado de adulterio con Betsabé y por el asesinato de su marido, Urías, invoca la misericordia de Dios y le canta las alabanzas, seguro, en la fe, de Su perdón. Año tras año, durante el período de Cuaresma, se renueva la tradicional cita con el “Coro del Miserere”.
El canto del Miserere sirve de fondo para numerosas celebraciones durante la época de Pascua, en particular, a menudo se canta en las procesiones que tienen lugar el Viernes Santo. Uno de los ejemplos más importantes es la antigua Procesión del Viernes Santo de Chieti. El coro de la Archicofradía del Sacro Monte de los Muertos entona la versión del canto compuesta por el compositor teatino Saverio Selecchy. En Sessa Aurunca (Caserta) y en Latera (Viterbo), el rito de la Semana Santa, se transmiten de generación en generación de forma oral, y contempla también el canto del Miserere. Incluso en Gubbio (Perugia), a partir de la Edad Media, la “Procesión del Cristo Muerto” se lleva a cabo en las calles de la ciudad, que evoca los símbolos de la Pasión. Los cantantes divididos en dos coros, del Cristo y de la Virgen María, acompañan a las dos estatuas de madera con el canto de los versos del Salmo 50.
En Nápoles, la tradición del Miserere es muy antigua, como lo demuestra la composición para 5 voces de Cristoforo Caresana (Venecia 1640-1709 Nápoles), de 1687, que se conserva en el Archivo musical de los Girolamini. Otros autores escribieron música para el Miserere para las celebraciones de Semana Santa que realiza el Oratorio filipino u otras instituciones religiosas de la ciudad de Nápoles, en particular gracias a la presencia de las numerosas cofradías. Entre los famosos compositores que estuvieron activos entre los siglos XVII y XVIII están: Gaetano Veneziano, Francesco Feo, Leonardo Leo, Davide Pérez, Nicola Conti, etc. La tradición de las procesiones que recuerdan la Pasión de Cristo se había extendido por toda Italia en el período barroco y una especial atención a tales prácticas se produjo en Campania. Incluso hoy en día se realizan celebraciones muy llamativas, como el Coro de la Colegiata de Somma Vesuviana (Nápoles), o los Cantores del Miserere de Sessa Aurunca.