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Corte

CorteEl término “Corte” indica la residencia del soberano y, por extensión, de su familia y su séquito, los cortesanos, estos eran aquellas personas que tenían a menudo de forma indistinta cargos domésticos y de gobierno. El caso más conocido es el de la corte itinerante de Carlos V (1500-1558), a quien le gustaba moverse por sus dominios dando vida a una corte itinerante, cosmopolita y multilingüe. En la edad moderna la corte cambió su fisonomía respecto al pasado, formalizando los requisitos de admisión, las funciones de sus actores y su ceremonial. Las antiguas funciones domésticas se transformaron en un sistema de cargos y dignidades de gobierno. Centro de la vida política, la corte representaba un espacio institucional y simbólico, cubierto de una atmósfera de sacralidad y reverencia, vértice y metáfora de la estricta jerarquía de la sociedad del antiguo régimen. Un paso fundamental para lograr una configuración de este tipo está representado por la difusión del llamado “ceremonial borgoñón”: una versión especial y exitosa de la corte, introducida a mediados del siglo XVI en el ceremonial español, y más tarde extendida en la mayoría de las cortes europeas. De acuerdo con sus disposiciones, los nobles que vivían en la corte tenían el privilegio de realizar las tareas domésticas al servicio del rey, le ayudaban a lavarse y vestirse, lo acompañaban en la equitación y la caza, lo asistían en sus comidas, etc. Todo esto siguiendo un ritual y una gestualidad diseñados para exaltar el carácter sagrado del cuerpo del soberano.